Etoricoxib: qué es, para qué sirve y qué alternativas hay

Etoricoxib, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) de acción selectiva que reduce el dolor y la inflamación sin afectar tanto el estómago como otros fármacos. También conocido como Arcoxia, se usa principalmente para tratar condiciones como la artritis, la gota aguda y el dolor lumbar crónico. A diferencia de los AINE tradicionales, etoricoxib bloquea principalmente la enzima COX-2, la que causa inflamación, y deja en paz la COX-1, que protege el revestimiento del estómago. Eso significa menos úlceras y molestias digestivas, algo que muchos pacientes agradecen cuando necesitan tomarlo por semanas o meses.

Si tienes dolor articular por osteoartritis o reumatismo, etoricoxib puede ser una opción real. No es un analgésico de emergencia como el paracetamol, ni un corticoide con efectos secundarios fuertes. Es un medicamento de uso continuo, diseñado para controlar el dolor de fondo. Muchos pacientes lo usan junto con fisioterapia o cambios en la actividad física, porque no cura, pero sí permite moverse mejor. También se receta en brotes de gota, donde el dolor es tan intenso que incluso caminar se vuelve difícil. En esos casos, el alivio puede llegar en 24-48 horas, algo que muchos otros medicamentos no logran tan rápido.

Claro, no es el único. Si etoricoxib no te va bien —por costo, efectos secundarios o contraindicaciones— hay otras opciones. Diclofenaco, un AINE clásico muy usado en España para dolores musculares y articulares, es más barato pero más agresivo con el estómago. Celecoxib, otro inhibidor selectivo de COX-2 como el etoricoxib, funciona parecido, pero no está disponible en todas las farmacias. Y si el dolor es leve, Ibuprofeno, un antiinflamatorio de venta libre que muchos usan sin receta puede ser suficiente. Lo importante es que no todos los dolores son iguales, y no todos los medicamentos sirven para todos.

Lo que encontrarás aquí son guías reales sobre cómo se usa etoricoxib, qué efectos secundarios realmente importan, cómo compararlo con otros fármacos, y qué alternativas existen cuando el cuerpo no responde. No hay teorías abstractas ni listas interminables de efectos adversos. Solo información práctica: qué tomar, cuándo evitarlo, qué combinar, y qué hacer si ya lo estás tomando y sientes algo raro. Si tienes artritis, dolor crónico o simplemente quieres entender por qué tu médico te recetó esto, lo que sigue te va a ayudar a tomar decisiones más seguras.