Guía práctica sobre cómo ajustar la dosis de medicamentos en pacientes obesos, con cálculos de peso, ejemplos clínicos y estrategias de monitorización.
La farmacocinética en obesidad, es el estudio de cómo el cuerpo absorbe, distribuye, metaboliza y elimina los medicamentos en personas con exceso de peso. También conocida como farmacocinética en sobrepeso, esta área explica por qué dosis estándar no siempre funcionan igual en personas con obesidad. No es solo cuestión de peso: el tejido graso, el volumen de líquidos, el flujo sanguíneo y hasta el funcionamiento del hígado y los riñones cambian cuando hay más grasa en el cuerpo. Esto significa que un medicamento puede tardar más en llegar a la sangre, quedarse más tiempo en el organismo o no llegar a donde debe actuar con la misma intensidad.
Por ejemplo, los fármacos que se disuelven en grasa —como algunos antidepresivos o ansiolíticos— tienden a acumularse más en personas con obesidad. Eso puede hacer que el efecto dure más, pero también aumente el riesgo de efectos secundarios. Por otro lado, los medicamentos que se disuelven en agua —como muchos antibióticos o diuréticos— se distribuyen en un volumen mayor de líquido corporal, lo que puede hacer que su concentración en sangre sea más baja de lo esperado. Y si el hígado o los riñones no funcionan al 100% por la carga del exceso de peso, la eliminación del medicamento se ralentiza, lo que puede llevar a acumulación tóxica.
Esto no es teoría: lo vemos en medicamentos como la digoxina, un fármaco usado para insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular, donde la dosis debe ajustarse por el peso y el volumen de distribución. También pasa con methotrexate, un inmunosupresor usado en enfermedades autoinmunes, donde la obesidad puede alterar su limpieza renal y aumentar el riesgo de toxicidad. Incluso medicamentos como abiraterona, usada en cáncer de próstata, requieren ajustes porque su metabolismo depende de enzimas hepáticas que cambian con el tejido adiposo.
La clave no es simplemente subir o bajar la dosis por kilos. Es entender que el cuerpo de una persona con obesidad no es solo un cuerpo más grande: es un cuerpo diferente. Los médicos necesitan considerar el índice de masa corporal, la composición corporal, la función hepática y renal, y el tipo de fármaco. Por eso, muchos tratamientos que funcionan bien en personas con peso normal pueden necesitar ajustes personalizados en quienes tienen obesidad.
En esta colección de artículos, encontrarás guías prácticas sobre cómo medicamentos como la acotiamida, la drospirenona o el etoricoxib se comportan en cuerpos con obesidad, qué riesgos hay, y cómo los profesionales ajustan las dosis para que el tratamiento funcione sin poner en riesgo tu salud. No se trata de adivinar: se trata de entender lo que pasa dentro de tu cuerpo cuando tomas un medicamento con exceso de peso.
Guía práctica sobre cómo ajustar la dosis de medicamentos en pacientes obesos, con cálculos de peso, ejemplos clínicos y estrategias de monitorización.