Sanamente Salud y Medicamentos

Methotrexate: qué es, para qué se usa y qué alternativas existen

Methotrexate, un fármaco que actúa como inmunosupresor y antineoplásico, usado desde hace décadas para controlar enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer. También conocido como MTX, es uno de los medicamentos más prescritos en reumatología y oncología por su eficacia y bajo costo.

Este medicamento no es un analgésico común, sino que trabaja desde dentro: reduce la actividad del sistema inmune en enfermedades como la artritis reumatoide, donde el cuerpo ataca sus propias articulaciones. En cánceres como la leucemia linfoblástica aguda o el linfoma, bloquea la división de células cancerosas al interferir con la síntesis de ADN. Su acción es potente, pero no es mágica: requiere seguimiento médico constante, análisis de sangre y cuidados específicos, especialmente con el alcohol y ciertos antibióticos.

Los efectos secundarios más comunes son náuseas, cansancio y pérdida de apetito, pero también puede afectar el hígado o la médula ósea si no se controla. Por eso, muchos pacientes que lo toman reciben ácido fólico como complemento para reducir estos efectos. No es un medicamento para tomar por cuenta propia: su dosis se ajusta según el peso, la función renal y la respuesta individual. Si tu médico lo recetó, no lo suspendas sin consultarlo, aunque te sientas mejor: la recaída es común si se deja sin supervisión.

¿Hay alternativas? Sí, pero no son iguales. Para la artritis reumatoide, medicamentos como leflunomida o biológicos como adalimumab pueden ser opciones, pero suelen ser más caros y tener efectos distintos. En cáncer, la elección depende del tipo de tumor y la etapa: algunos pacientes reciben otros antifolatos como pemetrexed. No existe una única solución, pero methotrexate sigue siendo el punto de partida en muchos casos por su balance entre eficacia, accesibilidad y experiencia clínica acumulada.

Lo que encontrarás aquí son guías reales sobre cómo se usa este medicamento, qué estudios dicen de sus riesgos, cómo manejar sus efectos secundarios y qué otros tratamientos comparten su espacio terapéutico. No son teorías ni recomendaciones genéricas: son experiencias, comparativas y datos prácticos de personas que lo han tomado, médicos que lo prescriben y estudios que lo analizan.