La historia del sodio de heparina es realmente fascinante, desde su descubrimiento en 1916 por el científico Jay McLean hasta su uso en la medicina moderna. Este compuesto ha demostrado ser esencial en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y trombosis. A lo largo de los años, se han realizado numerosos estudios que han mejorado la comprensión de su mecanismo de acción y sus aplicaciones clínicas. Hoy en día, la heparina es un medicamento ampliamente utilizado en la medicina y sigue siendo una de las principales herramientas en la lucha contra los trastornos de la coagulación sanguínea. Estoy emocionado de ver cómo este medicamento continúa evolucionando y salvando vidas en todo el mundo.
