Viviendo con epilepsia puede presentar desafíos en la vida diaria, pero con algunos consejos útiles, es posible manejarla de manera efectiva. Primero, es fundamental conocer y reconocer nuestras propias señales de advertencia y buscar ayuda médica adecuada. Además, mantener una rutina regular y un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada y ejercicio, pueden ayudar a reducir las crisis. También es importante informar a nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo sobre nuestra condición para que puedan brindarnos apoyo cuando lo necesitemos. Por último, llevar siempre una identificación médica y tener un plan de acción ante una crisis nos permitirá enfrentar la situación con mayor seguridad y confianza.